domingo, 30 de junio de 2013

Vapor en Chamartín

         Para cualquier aficionado al ferrocarril, lo vivido ayer entre Chamartín y Alcalá de Henares fue excepcional. Y no sólo aficionados, sino para cualquier ciudadano con una mínima sensibilidad hacia los ingenios que forjaron nuestra historia y economía.



         El Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español organizó un viaje especial entre Madrid-Chamartín y Alcalá de Henares. La locomotora encargada de la tracción fue la 140-2054, construida por la Sociedad Española de Construcciones Babcock & Wilcox, de Bilbao (Vizcaya), en 1928. Estuvo matriculada con el número 4.106 en la antigua Compañía de los Ferrocarriles Andaluces.




         El furgón tipo "J", para servicio del tren, es un vagón cerrado del tipo "unificado", construido según el diseño elaborado en la década de 1920 para la industria nacional por parte de la Comisión de Unificación de Material Ferroviario.



         El primer coche es de 3ª clase C-2 (ex Compañía de los Ferrocarriles de Lorca a Baza y Aguilas C-8 y ex Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles C-4.358). Es de dos ejes y fue construido en 1.889 por The Ashbury Railway Carriage, de Manchester (GB), para la Compañía de los Ferrocarriles Lorca a Baza y Aguilas, donde ostentó la numeración C-8. Integrado posteriormente en el parque de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles, tuvo la matrícula C-4.358 (posterior SA-4.610). La tipología del vehículo y líneas estéticas son británicas.


         El segundo coche es uno antiguo de 1ª Clase, de dos ejes, construido en 1.912 por la Compañía Auxiliar de Ferrocarriles (posterior Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) de Beasain (Guipúzcoa), para la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante. Su numeración en MZA fue A-330, antes de ser transformado en coche obrero con la matrícula CO-35. Posteriormente quedó integrado en el parque de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles, donde fue matriculado como CO-335.



         El tercer vehículo es un antiguo coche-salón de lujo, de dos ejes, construido en 1.929 por la Sociedad Española de Construcción Naval de Sestao (Vizcaya), para la Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste de España, donde ostentó la numeración S-3. Más tarde fue integrado en el parque de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles con matrícula Z-203. Es el tipo de vehículo que poseían las compañías ferroviarias para el transporte de personalidades. A diferencia de los coches de 3ª clase, posee una gran distinción. Tiene departamentos interiores y dos amplios salones panorámicos en cada uno de sus extremos.



         Como material de apoyo, la locomotora diesel-eléctrica 10825 acompañó al tren a distancia de "cantón".


         El tren partió de Chamartín a las 12:00 rodeado de aficionados, curiosos y medios de comunicación, expulsando hermosas bocanadas de humo y vapor. Poco antes de las 13:00 llegamos a Alcalá de Henares, en donde la singular composición volvió a ser objeto de admiración y curiosidad por parte de viajeros de la red de Cercanías.








         Tras realizar la maniobra de inversión en el triángulo de Coslada, la composición quedó estacionada en el andén principal de Alcalá de Henares. A las 17:15 partió de vuelta a Madrid y llegó a Chamartín a 18:15.









         Fue una jornada memorable a bordo de vehículos ferroviarios excepcionales. Uno de ellos, el CO-335 de RENFE, lo he conocido durante años en el Museo Nacional del Ferrocarril de Delicias en Madrid. Los visitantes del museo podíamos subir a él y sentarnos en sus asientos de madera a imaginarnos como debía de ser viajar a bordo de semejante vehículo. Porque desde luego no parecía que volviese a salir de su situación estática y sombría, rodeado de material rodante ferroviario estático y frío, en las instalaciones de Delicias. Es el clásico coche dotado de balconcillos, lo que lo hace idóneo para componer trenes turísticos.
         Respecto al uso de una locomotora de vapor, poco hay que decir. Esta temporada ha sido la única que ha circulado por la Comunidad de Madrid a excepción de la "Arganda" del Centro de Iniciativas Ferroviarias VAPOR MADRID, gestor del Tren de Arganda. He de recordar que esta temporada el mítico Tren de la Fresa está circulando remolcado por una locomotora diesel-eléctrica. No voy a entrar a juzgar la decisión tomada por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, porque no dispongo de datos. Pero si he de lamentarla. Es triste que este tren turístico circule sin tracción vapor. Y no es la primera vez. Recuerdo como hace más de diez años era remolcado por una locomotora eléctrica 276 con colores TALGO 200. El contraste estético con los coches de madera tipo "Costa" era, sencillamente, de mal gusto.


         Celebro el trabajo llevado a cabo por el Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español y espero que el viaje de ayer sea el preludio de un futuro tren turístico regular entre Madrid y Alcalá de Henares. Es un ejemplo de cómo la iniciativa privada puede impulsar y gestionar un servicio ferroviario, en este caso turístico. No tiene que haber sido fácil sacar este proyecto adelante. El porqué, la cantidad de trabas administrativas, legales y fiscales que rodean cualquier proyecto que se quiera llevar a cabo en España. Y no hablemos de posible fricciones motivadas por intereses personales y particulares, que también son frecuentes a la hora de querer impulsar cualquier empresa.

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