He continuado con el ensamblaje
de piezas, habiendo cometido dos pequeños errores, sin mayores consecuencias.
El primero de ellos, es no haber separado y clasificado todos los tornillos y
pasadores. De esta manera me hubiese facilitado el proceso de montaje. El
segundo, y derivado del primero, no percatarme de que uno de los pasadores era
más corto que los demás. Me di cuenta de ello cuando ya había montado casi toda
la articulación. Vi que tenía que ir desarmando los órganos motores uno a uno
hasta dar con él, ya que va alojado en la caja de engranajes de la pinza. Por
suerte, lo encontré en la primera articulación que desmonté.
A
medida que he ido avanzando, el resultado ha sido muy satisfactorio. Sobre todo
cuando he ensamblado y montado la pinza. Me recuerda mucho a los colmillos (que
me perdonen y corrijan los biólogos y demás entendidos en invertebrados) de los
insectos.
Espero
seguir trabajando esta tarde y llegar a terminar el brazo.
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